Juan Antonio Corbalán ha completado la primera etapa de su Camino Primitivo: Lugo-San Román da Retorta.
Tras haber cruzado la puerta de Santiago de la muralla lucense con altas expectativas sobre la experiencia, el base ha completado los casi 20 kilómetros de la etapa.
“Alguien del mundo del baloncesto como yo no podía decir que no a esta iniciativa. Primero por la familia “baloncestística” a la que pertenezco, y segundo porque creo que hacer el Camino de Santiago es un acto cargado de espiritualidad y de valores. Es muy bueno vivirlo alguna vez y cuando pasa el tren por mi puerta, yo me subo”, declaraba ilusionado el base antes de comenzar la aventura.
Además, el hecho de empezar en la ciudad lucense tiene un significado especial para el protagonista: “Lugo es un sitio al que he venido muchas veces a jugar. Es muy bonito compaginar lo que ha sido tu vida con lo que es el calado y el valor emocional, histórico y tradicional que pueda tener el Camino”.
Confesó una preparación mental pero no física “especial, ya que habitualmente hago todo el deporte que puedo”. “Agradezco la existencia de este proyecto por parte de un club como el Rio Natura Monbus Obradoiro”, indicaba en la atención a medios.
La mayor parte de la ruta, desde el puente romano que cruza el Río Miño a las afueras de la ciudad, la ha hecho con una compañía añadida a sus familiares y amigos muy especial: los tres técnicos del Rio Natura Monbus Obradoiro: Moncho Fernández, Gonzalo R. Palmeiro y Víctor Pérez.
El técnico jefe del club ha mostrado su más sincera admiración hacia el protagonista, incluso después de haberse retado en una casual canasta encontrada: “Es un privilegio enorme compartir etapa con Juan Antonio, igual que lo fue en su día con Terry Porter, dos grandes para mí. Leyenda es la palabra que mejor lo define, para mi generación es lo máximo y para mí, uno de los grandes motivos de dedicarme al baloncesto”. Además, añadía: “De cerca te encuentras aún por encima un pozo de conocimiento, lleno de reflexiones”.
Del proyecto, la opinión es clara: “Estas cosas hacen a nuestro club especial. Además de reflejar la belleza de nuestra tierra, el fin solidario es fantástico, el permitir con becas a niños ser parte de ese obradoirismo jugando en las categorías base”.
Por su parte, al concluir el camino, Gonzalo R. Palmeiro ha contado que durante el trayecto conversaron “de las diferencias del baloncesto actual con el de su época, de lo que significa el puesto de base para el equipo, etc. Ha sido una experiencia muy grata, y como compostelano estoy orgulloso de esta iniciativa”. Mientras, Víctor Pérez comentaba el significado especial que el Camino tiene en su vida: “Por la casa de mis padres en Santiago pasa la última etapa y recuerdo ver continuamente peregrinos pasar con caras de cansancio pero felices”, indicaba.
Los tres coincidieron en la “ligereza” de esta primera toma de contacto con el Camino, especialmente “porque los kilómetros pasan más rápido cuando vas conversando y en buena compañía”, indicaba Fernández.
La etapa ha sido especial por la poca afluencia de peregrinos a pesar de tratarse de Semana Santa, ya que es el Camino menos transitado actualmente. Tras salir de Lugo pisando asfalto, los caminantes agradecieron un tramo entre prados y bosques.
Los integrantes del equipo de El Camino acaba en Obradoiro, comenzando por Corbalán y sus acompañantes, reponen ya fuerzas en las instalaciones de Casa Nadela para mañana comenzar a caminar hasta Melide, en la que será la etapa más larga de todo el plan.